Con-Sciencias Sociales, 17(33): 09 - 28, diciembre 2025  
ISSN 2074-0700 / e-ISSN 2788-8452  
JÓVENES Y MEDIOS TRADICIONALES:  
UN ANÁLISIS CUALITATIVO SOBRE  
CONFIANZA Y DESCONFIANZA EN  
AMÉRICA LATINA  
YOUTH AND TRADITIONAL MEDIA: A  
QUALITATIVE ANALYSIS OF TRUST AND  
DISTRUST IN LATIN AMERICA  
Jorge Eduardo Urrea Giraldo (*)  
Noelia Escales Olivera (**)  
Marcelo Guardia Crespo (***)  
Reseña Bibliográfica:  
(*) Jorge Eduardo Urrea Giraldo es de nacionalidad colombiana, doctor en Comunicación  
por la Universidad Austral de Argentina. Actualmente se desempeña como docente e  
investigador en la Universidad del Quindío, Colombia. ORCID:0000-0002-5382-5220  
Correo electrónico: jeurrea@uniquindio.edu.co  
(**) Noelia Escales Olivera es de nacionalidad argentina, licenciada en Comunicación Social  
por la Universidad Nacional de San Juan. Trabaja actualmente en la Universidad Nacional  
de San Juan, donde desarrolla actividades académicas y de investigación. ORCID: 0000-  
0003-2179-5386 Correo electrónico: nescales@unsj-cuim.edu.ar  
(***) Marcelo Guardia Crespo es de nacionalidad boliviana, doctor en Comunicación,  
Derecho a la Información y Ética por la Universidad Complutense de Madrid. Ejerce como  
docente  
e
investigador en la Universidad Católica Boliviana San Pablo.  
ORCID:0000-0002-3799-4788 Correo electrónico: eguardia@ucb.edu.bo  
Fecha de recepción: 18.6. 2025 Fecha de revisión: 16. 10.2025 Fecha de Aceptación: 4. 11.2025  
URREA GIRALDO Jorge Eduardo; ESCALES OLIVERA Noelia; GUARDIA  
CRESPO Marcelo (2025). “Jóvenes y medios tradicionales: un análisis cualitativo sobre  
confianza y desconfianza en América Latina”. Consciencias Sociales, AÑO 17, N° 33  
– diciembre 2025. Universidad Católica Boliviana “San Pablo”, Sede Cochabamba.  
ciencias Sociales  
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CON  
ISSN 2074-0700 / e-ISSN 2788-8452  
RESUMEN  
ABSTRACT.  
Este artículo analiza las percepciones de  
estudiantes universitarios de Comunicación  
Social y Periodismo en América Latina sobre  
los medios tradicionales, a partir de los  
This article analyzes the perceptions of  
Communication and Journalism university  
students in Latin America concerning  
traditional media, based on the results of the  
project “Emerging News Consumption  
among University Students during the  
Pandemic”, developed by the Investigar en  
Red network, which brings together more  
than fifty universities from nine countries.  
resultados  
emergentes de noticias por parte de  
estudiantes universitarios durante la  
del  
proyecto  
“Consumos  
pandemia”, desarrollado por la red Investigar  
en Red, que agrupa a más de cincuenta  
universidades  
de  
nueve  
países.  
El estudio adopta un enfoque cualitativo  
descriptivo basado en grupos focales como  
técnica principal para indagar las prácticas y  
percepciones informativas de los jóvenes. Se  
realizaron 91 grupos en 43 universidades. Las  
discusiones fueron transcritas y analizadas  
con Atlas.ti.  
The study adopts a descriptive qualitative  
approach, using focus groups as the main  
technique to explore young people’s news  
practices and perceptions. A total of 91  
groups were conducted in 43 universities.  
The discussions were transcribed and  
analyzed using Atlas.ti.  
Del total de 1208 citas analizadas se  
identificaron patrones de confianza y  
desconfianza hacia la radio, televisión y  
prensa, lo que permitió evidenciar que  
From the 1,208 excerpts analyzed, patterns of  
trust and distrust toward radio, television, and  
print media were identified. The findings  
demonstrate that local media generate greater  
credibility due to their proximity and  
contextual relevance, while national media  
are criticized for sensationalism and bias.  
Furthermore, an incidental consumption of  
traditional media linked to family practices  
and daily routines was also observed.  
los  
medios  
locales  
generan  
mayor  
credibilidad por su cercanía y relevancia  
contextual, mientras que los nacionales son  
criticados por su sensacionalismo  
y
parcialidad. Se observa además un consumo  
incidental de medios tradicionales vinculado  
a prácticas familiares y rutinas cotidianas.  
In conclusion, there is a process of  
reconfiguring media trust among young  
people, where the local, the digital, and the  
experiential intertwine in new ways of  
relating to information.  
Se puede concluir que existe un proceso  
de  
reconfiguración  
de  
la  
confianza  
mediática entre los jóvenes, donde lo local,  
lo digital y lo experiencial se entrelazan en  
nuevas  
formas  
de  
relación  
con  
la  
información.  
KEYWORDS: News flow / University  
youth / Distrust / Trust / Mass media / Social  
attitudes  
PALABRAS CLAVES: Flujo de noticias /  
Joven universitario Desconfianza  
/Confianza Medios de  
comunicación/Actitudes sociales.  
/
/
Resumo:  
Este artigo analisa as percepções de  
estudantes universitários de Comunicação  
Social e Jornalismo na América Latina sobre  
Youth and Traditional Media: A Qualitative  
Analysis of Trust and Distrust in Latin  
America (Youth and Media Trust)  
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ciencias Sociales  
CON  
Año 17, nº 33, diciembre 2025  
os meios tradicionais, a partir dos resultados  
do projeto “Consumos emergentes de  
notícias por parte de estudantes universitários  
durante a pandemia”, desenvolvido pela rede  
Investigar en Red, que agrupa mais de  
cinquenta universidades de nove países. O  
estudo adota uma abordagem qualitativa  
descritiva baseada em grupos focais como  
técnica principal para investigar as práticas e  
percepções informativas dos jovens. Foram  
realizados 91 grupos em 43 universidades. As  
discussões foram transcritas e analisadas com  
o Atlas.ti. Do total de 1.208 citações  
analisadas, identificaram-se padrões de  
confiança e desconfiança em relação ao  
rádio, televisão e imprensa, o que permitiu  
evidenciar que os meios locais geram maior  
2023 y 2024 a través del proyecto  
“Consumos emergentes de noticias por parte  
de estudiantes universitarios durante la  
consiste en “un colectivo de docentes  
investigadores de carreras vinculadas con la  
comunicación y el periodismo, de alrededor  
de cincuenta universidades públicas y  
privadas de (...) Latinoamérica” (Investigar  
en red, s.f.).  
Quienes forman parte de la red han indagado  
en la manera en que los estudiantes de  
comunicación y periodismo se informan.  
Ocuparse de estos sujetos es de relevancia en  
el interior de las carreras, pero también hacia  
el exterior, ya que permite anticipar los  
consumos  
mediáticos  
además  
de  
de  
futuras  
credibilidade por sua proximidade  
e
generaciones,  
identificar  
relevância contextual, enquanto os nacionais  
são criticados por seu sensacionalismo e  
parcialidade. Observa-se, ainda, um consumo  
incidental de meios tradicionais vinculado a  
práticas familiares e rotinas cotidianas. Pode-  
se concluir que existe um processo de  
reconfiguração da confiança midiática entre  
os jovens, onde o local, o digital e o  
experiencial se entrelaçam em novas formas  
de relação com a informação.  
tendencias actuales. En ese marco, se  
considera necesario indagar en la confianza  
y/o desconfianza que los estudiantes  
manifiestan con relación a los medios  
tradicionales: televisión y radio (en sus  
soportes tradicionales) y diarios impresos.  
La confianza es un tema de preocupación a  
nivel mundial. Existen diversos organismos  
dedicados a medir esta variable en los medios  
y otras instituciones como: gobierno, justicia,  
Palavras-chave: Fluxo de noticias, Jovem  
universitário, Desconfiança, Confiança,  
Meios de comunicação, Atitudes sociais.  
empresas,  
entre  
otras.  
La  
confianza  
depositada en los medios específicamente se  
encuentra en crisis desde hace algunos años.  
A partir de la pandemia provocada por el  
COVID-19 se registraron algunas variaciones  
positivas en favor de los medios. Esto queda  
en evidencia en la recolección de datos  
realizada en el marco del proyecto de  
investigación. Sin embargo, una vez  
finalizados los periodos críticos de contagio,  
la confianza siguió disminuyendo a nivel  
regional y mundial.  
INTRODUCCIÓN  
En este artículo se comparten algunos  
hallazgos en torno a la confianza y  
desconfianza que estudiantes de carreras de  
grado de comunicación y periodismo de  
Latinoamérica manifiestan en relación con  
los medios de comunicación tradicionales.  
Los datos y análisis aquí expuestos son  
resultado de la investigación realizada entre  
“Gran parte del público no confía en la  
mayoría de las noticias la mayor parte del  
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tiempo. Sucede en todo el mundo” afirman  
Rasmus Kleis Nielsen y Richard Fletcher  
(2024) a partir del último informe del  
Instituto Reuters y la Universidad de Oxford  
del Reino Unido. América Latina acompaña  
esa tendencia. Según el mismo informe, entre  
los países iberoamericanos los dos que  
registran menor confianza son Argentina  
(30%) y Chile (32%). Además, según el  
barómetro de confianza de la agencia de  
comunicación Edelman (2023), en la región  
la gente confía más en las empresas y en las  
organizaciones no gubernamentales que en  
los medios y el gobierno.  
un insumo esencial para la vida en  
comunidad.  
A partir de estas consideraciones, que  
destacan la crisis de confianza en los medios  
tradicionales y su impacto en el consumo de  
noticias por parte de los jóvenes, este artículo  
busca  
responder  
a
la  
pregunta  
de  
investigación: ¿Qué factores influyen en la  
confianza o desconfianza de los estudiantes  
de comunicación, periodismo y carreras  
afines en los medios tradicionales de  
comunicación, en el contexto de su consumo  
de noticias? Esta pregunta guía el análisis de  
las prácticas, motivaciones y percepciones de  
este grupo, clave para entender las tendencias  
actuales y futuras del ecosistema mediático.  
Para lo cual este equipo de investigadores se  
ha propuesto como objetivo general:  
Examinar los factores que influyen en la  
confianza o desconfianza de los estudiantes  
de comunicación, periodismo y carreras  
afines en los medios tradicionales de  
comunicación, en el contexto de su consumo  
de noticias, identificando las prácticas,  
motivaciones y percepciones que emergen de  
este consumo.  
Ramón Salaverría y Raúl Magallón Rosa  
(2024) explican que la confianza depende de  
una multiplicidad de factores. Entre estos,  
identifican algunos que se dan en el interior  
de los medios, como el deterioro de los  
estándares profesionales, la crisis empresarial  
de estas instituciones y la cada vez menor  
posibilidad de poder negociar frente a  
presiones políticas y económicas. Los autores  
reconocen además factores externos a los  
medios, como la preferencia de los jóvenes  
por  
información  
mezclada  
con  
profundas  
la  
entretenimiento,  
transformaciones  
las  
Para la redacción de este artículo se ha  
seguido a O’Brien, et al, (2014) , quienes  
plantean una guía con su respectiva lista de  
chequeo para el cumplimiento de la norma de  
reporte de infestación cualitativa (SRQR).  
tecnológicas  
y
polarización de la esfera política. También se  
refieren a la multiplicación de contenido que  
genera desinformación.  
La confianza o desconfianza en la tarea que  
llevan adelante los medios de comunicación  
es objeto de interés de numerosas  
investigaciones, y es que la actividad de los  
medios es esencial para la vida en  
democracia. “El acceso a información es uno  
ESTADO DE LA CUESTIÓN  
La confianza en los medios de comunicación  
se ha convertido en una de las principales  
preocupaciones  
contemporánea  
de  
la  
investigación  
comunicación,  
sobre  
de  
los  
principales  
recursos  
para  
especialmente en el contexto de la expansión  
digital y la crisis de credibilidad que  
atraviesan las instituciones mediáticas. Los  
estudios recientes coinciden en que la  
desinformación, el auge de las redes sociales  
desenvolverse en la sociedad y tomar  
decisiones” (Salaverría y Magallón Rosa,  
2024, p. 16). Salaverría y Magallón Rosa  
advierten que si la gente desconfía de los  
medios y se aleja de ellos, dejarán de tener  
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ciencias Sociales  
CON  
Año 17, nº 33, diciembre 2025  
y los cambios en las rutinas de consumo de  
las nuevas generaciones han reconfigurado la  
relación entre las audiencias y el periodismo.  
reestablecer los lazos de confianza entre  
medios y audiencias, promoviendo la  
rendición de cuentas y la participación  
ciudadana como componentes esenciales del  
nuevo ecosistema informativo.  
El trabajo de Pérez-Escoda, Barón-Dulce y  
Rubio-Romero  
(2021)  
examina  
las  
transformaciones del consumo informativo  
entre jóvenes durante la pandemia de  
COVID-19. Su investigación revela que la  
En la misma línea, Salaverría, Bachmann y  
Magallón-Rosa (2024) sostienen que la  
desinformación representa una amenaza  
estructural para la legitimidad del periodismo  
y, por extensión, para la calidad democrática.  
Los autores proponen tres estrategias  
convergentes: la autorregulación profesional,  
la transparencia editorial y la alfabetización  
mediática crítica. Estas dimensiones operan  
como pilares para recuperar la confianza en  
un entorno donde los límites entre  
información, opinión y propaganda se  
vuelven difusos.  
generación  
Z
mantiene una relación  
ambivalente con los medios: aunque las redes  
sociales constituyen su principal fuente de  
información, son también el espacio que  
menor confianza les inspira. Esta paradoja  
refleja un desplazamiento del valor de la  
credibilidad hacia la inmediatez y la  
personalización. Los autores advierten que la  
sobreexposición a contenidos no verificados  
y la falta de alfabetización mediática crítica  
acentúan la vulnerabilidad de los jóvenes  
frente a la desinformación.  
Por su parte, Pérez-Escoda y Pedrero-Esteban  
(2021) abordan la desconfianza de la  
generación Z hacia los medios, las redes y las  
instituciones políticas. Su estudio evidencia  
que la credibilidad del periodismo depende  
de su capacidad de adaptarse a los lenguajes  
y dinámicas propias de las redes sociales sin  
abandonar sus principios éticos. En este  
sentido, los autores advierten que la  
reconstrucción de la confianza exige un  
periodismo más participativo, transparente y  
consciente de las expectativas del público  
joven.  
Desde  
una  
perspectiva  
latinoamericana, Londoño-Pardo y García-  
Perdomo (2024) demuestran que la confianza  
mediática se ve afectada por la exposición  
selectiva: los usuarios tienden a consumir y  
compartir información coherente con sus  
creencias previas, lo que incrementa la  
confianza en medios ideológicamente afines  
y, simultáneamente, la tolerancia hacia la  
desinformación. Esto sugiere que la  
confianza ya no se asocia únicamente a la  
reputación institucional, sino también a la  
afinidad ideológica y emocional que el  
MARCO TEÓRICO  
público  
establece  
con  
determinados  
Para abordar la confianza y desconfianza de  
los estudiantes hacia los medios tradicionales  
se revisó literatura en buscadores académicos  
en español y portugués, de palabras como  
consumo, jóvenes, noticias, confianza. Se  
asume que gran parte de los estudiantes  
involucrados en el proyecto tienen entre 20 y  
30 años; por eso se utiliza la categoría  
jóvenes. A partir de la búsqueda, se  
discursos.  
Complementariamente,  
Domínguez, Mauri-Ríos  
Chaparro-  
y
Rodríguez-  
Martínez (2024) analizan el papel de las  
plataformas de fact-checking en la  
reconstrucción de la credibilidad periodística.  
Estas iniciativas, basadas en la verificación  
colaborativa y la transparencia, buscan  
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encontraron varios trabajos con hallazgos  
relevantes respecto a las elecciones de los  
jóvenes en torno al consumo de noticias.  
y confía en los medios que menos consume.  
Las conclusiones indican que las redes  
constituyen la principal fuente de consumo  
de información (...) pese a ser según sus  
percepciones la fuente menos fiable y la más  
propensa a distribuir fake news. (Pérez, et al.  
2021. p. 188)  
Gran parte de los estudios desarrollados sobre  
confianza / desconfianza afirma que los  
jóvenes prefieren informarse a través de redes  
sociales o Internet antes que por los medios  
tradicionales (Ávalos et al., 2020; García et  
al., 2015; Pérez et al., 2021; Rodriguez et al.  
Esto tiene que ver con que “el nivel de  
percepción de credibilidad e imparcialidad de  
esta información publicada por internet, no  
ha logrado reemplazar los niveles de  
credibilidad e imparcialidad aún positivos  
que mantienen los medios tradicionales”  
(Ávalos et al. 2020, p. 727). Los jóvenes  
prefieren las redes sociales para informarse;  
pero están conscientes de que en ellas  
también se facilita la diseminación de  
información falsa. “Las redes digitales  
multiplican la diversidad y accesibilidad a las  
fuentes informativas, pero al mismo tiempo  
facilitan la diseminación rápida de contenidos  
falsos” (Salaverría et al., 2024. p 15). Y, al  
contrario de lo que se hubiera esperado, “más  
información no ha traído más confianza por  
parte de la ciudadanía, ni en el ecosistema  
mediático y democrático, ni en el valor  
2022).  
“Los  
jóvenes  
universitarios  
encuestados, que se encuentran dentro del  
espectro de los denominados nativos  
digitales, recurren preferentemente a Internet  
para informarse” (García et al. 2015, p. 616).  
Se puede comprobar que existe un abandono  
progresivo de los medios clásicos y un auge  
del consumo de información en las redes  
sociales, que han desplazado a la prensa, a la  
radio y a la televisión como referencia  
informativa para los jóvenes, especialmente  
los que tienen entre 20 y 24 años. (Soengas  
et al., 2019, p. 1065)  
Los trabajos revisados describen una  
variedad de factores que motivan la  
desconfianza de los jóvenes hacia los medios  
tradicionales. Uno de ellos es la parcialidad.  
“Los encuestados manifiestan de los medios  
tradicionales como radio, prensa y televisión  
que su percepción se inclina por la poca  
imparcialidad de los medios” (Ávalos et al.,  
2020, p. 725). Este hecho está relacionado  
con la polarización y la notable invasión del  
sistema mediático por el político que ocurre  
de manera muy abierta en muchos países de  
la región (Iranzo-Cabrera et al., 2022).  
de  
la  
materia  
prima  
informativa”  
(Salaverría et al. 2024. p 26).  
Hay un abandono de los medios tradicionales  
en sus soportes de origen, pero se observa  
una alta adhesión a las versiones digitales de  
periódicos, radios y emisoras de televisión, y  
una especial preferencia por la información  
Por tanto, el consumo de noticias oscila entre  
la oferta de medios tradicionales presentes en  
redes sociales y la recepción de mensajes de  
otras fuentes que también llegan por las  
redes, en lo que se conoce como consumo  
incidental de noticias. Este se concreta  
“cuando se recibe una novedad en el  
Paradójicamente, hay otros estudios que  
indican que los jóvenes prefieren los medios  
tradicionales aunque acudan a las redes  
sociales (Rodriguez et al. 2022).  
Esta generación consume intensivamente los  
medios en los que menos confianza deposita  
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ciencias Sociales  
CON  
Año 17, nº 33, diciembre 2025  
dispositivo móvil, en el marco de su conexión  
continuada en diferentes plataformas, pero  
sin una búsqueda directa” (García, et al.,  
2018, p. 14).  
más probable encontrarse noticias falsas en  
los contenidos relacionados con la prensa  
rosa, política y sociedad que en los referidos  
a ciencia y tecnología, categoría que, según  
creen, es más raro encontrar contenidos  
Al mismo tiempo, los jóvenes están  
desarrollando distintas estrategias de lectura  
y capacidades críticas frente a la complejidad  
y
diversidad  
de  
información  
y
METODOLOGÍA  
desinformación propia de las redes sociales,  
los medios de comunicación y otros sistemas  
que generan información. Son estrategias de  
consumo de noticias dinámicas construidas  
en coherencia con sus intereses. “Los jóvenes  
despliegan estrategias de lectura habituales  
en las que alternan entre la exposición y la  
interacción, entre la lectura superficial y la  
lectura profunda, y entre la búsqueda de  
información y entretenimiento” (Albarello,  
2020. p. 2).  
Como se dijo antes, este artículo surge a  
partir de la investigación titulada “Consumos  
emergentes de noticias por parte de  
estudiantes  
universitarios  
durante  
la  
pandemia”. En el marco de este trabajo se  
indagaron distintos aspectos del consumo y  
en este texto se aborda, teniendo en cuenta el  
libro de códigos de la investigación, el código  
“informarse por medios tradicionales”.  
Dentro de este último, se indagó en la manera  
en que los estudiantes de comunicación,  
periodismo y carreras afines se informan  
haciendo uso de la televisión, la radio y la  
prensa, ya sea por iniciativa propia o de  
manera incidental. Este código incluyó  
referencias tanto al consumo como a la falta  
de consumo de estos medios, así como las  
razones detrás de cada caso.  
En relación a los intereses e ideas de cada  
estudiante, que inciden en su consumo de  
noticias, Salaverría, Bachmann y Magallón  
explican que  
el valor subjetivo de la información depende  
de cómo juzgue la ciudadanía la mediación  
de los hechos informativos que realizan los  
medios. Esa percepción no sólo está  
determinada por la calidad de la información  
recibida cifrada en elementos como la  
veracidad, la complejidad y la relevancia,  
sino también por la capacidad que tiene el  
receptor de sentir que esa información le  
resulta útil personal y colectivamente, y de  
que le ayuda a entender la complejidad de lo  
que está ocurriendo. (2024, p. 26)  
Esta investigación se enmarca en el enfoque  
cualitativo, ya que se centra en explorar y  
comprender las percepciones, experiencias y  
significados  
que  
los  
estudiantes  
de  
comunicación y periodismo atribuyen a su  
consumo de medios tradicionales, sin buscar  
generalizaciones  
estadísticas,  
sino  
la  
profundizar en la subjetividad  
y
complejidad del fenómeno estudiado. Su  
carácter descriptivo radica en que detalla las  
prácticas, motivaciones y percepciones de los  
participantes, proporcionando un panorama  
claro de los factores que influyen en la  
confianza o desconfianza hacia los medios,  
mientras que su dimensión interpretativa,  
desde la perspectiva de Martin-Barbero (en  
En este sentido, al decidir en qué medio  
confiar o no, las personas tienden a intentar  
lograr  
la  
estabilidad  
cognitiva.  
“La  
ciudadanía “desempoderada” (...) opta por “la  
certeza del confort cognitivo” antes que “la  
disonancia cognitiva” (Iranzo-Cabrera et al.,  
2022, p. 729). Además, “consideran que es  
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Heredia, 2012) se evidencia en el análisis de  
los discursos obtenidos en los grupos focales,  
los cuales son examinados a través de  
categorías emergentes y teorías previas,  
permitiendo entender cómo las interacciones  
con los medios se configuran en un contexto  
sociocultural específico. Este enfoque  
holístico combina la descripción de los  
hallazgos con la interpretación de los  
significados subyacentes, ofreciendo una  
comprensión profunda del fenómeno desde  
la perspectiva de los estudiantes.  
Lindlof (1995) mediante la elección, por  
parte de los investigadores locales, de los  
estudiantes que saben  
o
tienen una  
experiencia relevante para la investigación y  
bajo la premisa de que fueran estudiantes  
activos de una carrera de comunicación,  
periodismo o afines.  
Según Albarello (2024), director de la Red:  
Se decidió relevar a estudiantes que asisten a  
las universidades que forman parte de esta  
investigación principalmente siguiendo el  
criterio de accesibilidad a los informantes. En  
segundo lugar, se optó por estudiantes de  
periodismo, comunicación y carreras afines  
porque estos jóvenes tienen un interés  
particular por estar informados, ya que eso se  
relaciona con su formación de grado y su  
Respecto a la técnica de recolección de datos,  
para la investigación se realizaron 91 grupos  
focales  
en  
43  
universidades  
de  
Latinoamérica. Los grupos estuvieron  
compuestos por un promedio de 7 estudiantes  
cada uno y fueron dirigidos por al menos un  
profesor investigador de la red. Los datos  
fueron puestos a disposición de toda la red de  
vocación,  
y
un posicionamiento más  
elaborado sobre la información y los medios.  
En este trabajo, se asumieron consideraciones  
bioéticas fundamentales para garantizar la  
integridad de los participantes y la validez del  
proceso investigativo, con especial énfasis en  
el tratamiento de los datos recolectados. Los  
grupos focales, como técnica principal,  
requirieron el respeto por la autonomía de los  
estudiantes, quienes participaron de manera  
voluntaria previa firma de un consentimiento  
informado que detallaba los objetivos,  
riesgos y beneficios del estudio. La  
confidencialidad fue un principio clave,  
garantizando que los testimonios fueran  
anonimizados y almacenados de manera  
segura mediante herramientas digitales  
confiables, como el software Atlas.ti.  
Además, se implementaron estrategias para  
minimizar posibles riesgos psicológicos o  
sociales, asegurando que el análisis de las  
percepciones no expusiera a los participantes  
a juicios externos. Por último, se respetó el  
principio de justicia, seleccionando a los  
estudiantes de manera inclusiva y equitativa,  
evitando sesgos en la representación de  
investigadores  
para  
el  
análisis  
y
profundización. Es importante aclarar, en  
virtud de la norma SRQR, que todos los  
investigadores  
disciplinar de la comunicación y cuentan con  
amplia experiencia en investigación  
pertenecen  
al  
campo  
cualitativa y niveles de formación posgradual  
de maestría y doctorado.  
Freidin (2016) sostiene que los grupos  
focales emulan procesos de la vida real  
mediante el diálogo, el debate y hasta los  
rumores, por lo que esta herramienta fue útil  
para identificar las prácticas de los jóvenes  
estudiantes.  
Para la realización de los grupos se elaboró  
un protocolo que garantice la homogeneidad  
de la recolección de datos en todas las  
universidades, definiendo composición de la  
muestra, rol de moderador, objetivos y guía  
de preguntas (Freidin, 2016; Hamui-Sutton y  
Varela-Ruiz,  
2013).  
La  
muestra  
de  
estudiantes se realizó siguiendo a Thomas  
16  
ciencias Sociales  
CON  
Año 17, nº 33, diciembre 2025  
género, país o nivel académico, lo que  
asegura que los hallazgos reflejen de manera  
ética y representativa las experiencias del  
grupo de estudio. Este enfoque bioético  
permitió abordar el fenómeno investigado  
desde una postura responsable, tanto hacia  
los participantes como hacia la comunidad  
académica y social.  
Argentina y Bolivia, quienes procesaron cada  
una las citas y compararon sus resultados  
para hacer el tamizaje final.  
RESULTADOS  
El análisis de los testimonios recogidos  
durante los focus groups revela una posición  
de los participantes respecto a confianza y  
desconfianza hacia los medios tradicionales,  
particularmente en lo que respecta a la  
televisión, la radio y la prensa escrita, en ese  
orden de preponderancia. Los participantes  
expresaron sus percepciones sobre la  
confiabilidad de estos medios, lo que permite  
identificar comportamientos en el consumo y  
no consumo de los mismos.  
La información se recolectó, por parte de  
cada  
investigador  
en  
su  
respectiva  
universidad, para lo cual se dispusieron aulas  
o salones de reuniones cómodos dotados de  
equipos como grabadoras de audio y de  
video. Los investigadores siguieron el guión  
que desarrolla las categorías teóricas para la  
realización de los grupos focales. El trabajo  
de campo se realizó entre el mes de octubre  
de 2023 y el mes de marzo de 2024.  
Posteriormente, se transcribió y procesó, de  
acuerdo al libro de códigos, con el software  
Atlas Ti V.7.5. Del código “informarse por  
medios tradicionales” se obtuvieron 1208  
citas las cuales se categorizaron por códigos  
y conceptos. A partir de este tamizaje se  
Confianza en medios locales y regionales  
Algunos participantes manifestaron interés  
por los medios de comunicación locales y  
regionales, citando la cercanía y relevancia  
de la información como factores clave de  
confianza. Aquellos que consumen noticias  
locales en medios tradicionales como la radio  
y la televisión destacaron que sienten una  
conexión más directa con la información, ya  
que abordan eventos y problemáticas de su  
entorno inmediato.  
realizaron comparaciones  
manuales por  
parte de los investigadores, mediante tablas  
de doble entrada y corroboración con el uso  
de ChatGpt, en búsqueda de coincidencias,  
presencia o ausencia de temas.  
Como menciona una de las estudiantes de  
tercer año de Comunicación Digital del  
Politécnico Gran Colombiano de Medellín,  
Colombia:  
Como resultado de las comparaciones, se  
identificó una inquietud repetitiva respecto a  
saturación, repetición de noticias y relevancia  
de la información en los medios masivos  
Me levanto y pongo Consejo de Redacción  
de Teleantioquia porque son noticias  
regionales (...) Nosotros tenemos un concepto  
muy maluco de las noticias porque son las  
tragedias, la economía, o sea, un montón de  
cosas; pero las noticias van más allá y  
Consejo de Redacción es más un canal  
regional. Hablan de tantas cosas que yo digo:  
“wow”. Entonces es como lo que hacemos en  
la clase: este es el titular de la noticia pero  
tradicionales  
de  
comunicación,  
como  
determinantes del consumo. Lo que lleva a  
las categorías de confianza o desconfianza en  
los medios tradicionales de comunicación  
como objeto de estudio del presente artículo.  
Estos hallazgos se validaron mediante  
triangulación de los resultados individuales  
de cada investigador, para el caso de este  
artículo, de los tres profesores de Colombia,  
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vamos a dar la noticia a fondo y  
analicémosla. Estamos acá sentados cinco  
personas, que tenemos este invitado experto,  
La preferencia por lo local también se registra  
en la prensa escrita, así lo expresa un  
estudiante avanzado de la Universidad  
Veracruzana de México  
pero  
entonces  
tenemos  
un  
debate.  
(Participante 4 grupo focal, Politécnico Gran  
Colombiano, Medellín , Colombia. 2023).  
Compra tu periódico y (...) hay información  
relevante (...) es diferente pero todavía llega  
a ser veraz. Yo me encargaría como máximo  
del periódico local y al irme a lo nacional a  
la televisora ya no le creo nada porque ya se  
pierde esa objetividad. (Participante 2 grupo  
focal, Universidad Veracruzana de México.  
2023).  
Este tipo de comentario refleja una tendencia  
general hacia la confianza en los medios que  
están más alineados con las realidades locales  
de los individuos, lo que refuerza su rol en la  
estructura informativa de las comunidades.  
No me interesan las noticias de otras partes  
que no me involucren. Si es un canal regional  
Desconfianza en los medios nacionales  
también hablamos de lo nacional  
e
En contraste, una parte significativa de los  
participantes manifestó desconfianza hacia  
los medios nacionales, señalando que  
internacional en ciertos segmentos y me  
interesa, claro, saber qué está pasando con el  
mundo y Colombia. Pero a mí no me interesa  
saber si robaron en Bogotá porque no vivo en  
Bogotá. Entonces me interesa saber qué  
partes peligrosas hay en Medellín, cuál es la  
tasa de mortalidad y me interesa el lugar  
donde estoy. (Participante 1 grupo focal,  
Politécnico Gran Colombiano, Medellín ,  
Colombia. 2023).  
perciben  
una  
fuerte  
tendencia  
al  
sensacionalismo y la repetitividad en su  
cobertura informativa. Los estudiantes  
resaltaron que las noticias en televisión y  
radio nacionales suelen centrarse en temas ya  
saturados y que carecen de la profundidad  
necesaria para abordar la complejidad de  
ciertos eventos.  
Además, en cuanto a la información radial,  
participantes de primer año del Politécnico  
Grancolombiano de Colombia manifestaron  
su preferencia por noticias locales:  
Un participante de la Universidad Monteávila  
de Venezuela explicó: “eso es puro  
amarillismo, pero eso se debe saber buscar.  
O sea, usted no puede vivir en un mundo que  
usted no conoce. Usted simplemente tiene  
que aprender a buscar fuentes de información  
confiables” (Participante 4 grupo focal,  
Universidad Monteávila de Venezuela.  
2023).  
Veo Consejo de Redacción porque es el  
horario digamos, estoy casi siempre  
conectada en mi casa y mientras hago otra  
cosa lo escucho; más que verlo, lo escucho.  
En Blu Radio, antes lo consumía mucho entre  
11 - 12 del día, cuando pasaban noticias  
locales, porque Blu Radio también está muy  
enfocado en política y no quiero escuchar  
más cosas de política. Aunque digan y se  
vendan como un canal neutral, ellos sí tienen  
un favoritismo y un enfoque más específico.  
(Participante 3 grupo focal, Politécnico Gran  
Colombiano, Medellín , Colombia. 2023).  
Esta crítica alude al enfoque de los medios  
nacionales en el sensacionalismo, lo que ha  
resultado en una creciente desconexión entre  
los  
consumidores  
y
estas  
fuentes  
tradicionales y ha motivado la búsqueda de  
fuentes de información en las plataformas  
digitales. Así lo afirma uno de los  
informantes del focus group perteneciente a  
18  
ciencias Sociales  
CON  
Año 17, nº 33, diciembre 2025  
primer año de Comunicación Digital del  
Politécnico Grancolombiano de Colombia:  
Hace varios años que dejé de consumir  
contenido de televisión, ya que encuentro  
más conveniente buscar y ver lo que quiero  
en el momento que deseo hacerlo, gracias a  
plataformas como YouTube, Twitch y otros  
medios disponibles en Internet. Esta  
transición hacia el consumo de contenido en  
línea me ha brindado una mayor flexibilidad  
y libertad para elegir los temas y programas  
que me interesan, sin estar atado a horarios  
preestablecidos. (Participante 1, grupo focal,  
en primer año de Comunicación Social en la  
Pontificia Universidad Javeriana, Colombia.  
2023)  
La razón por la que yo emigré de la televisión  
a las redes es porque en las redes sociales uno  
puede controlar algoritmos. Tú no puedes  
decir que la televisión no te dé noticias. No  
lo puedes hacer, en cambio, tu algoritmo  
puede ser informativo sin ser tan amarillista.  
(Participante 6 grupo focal, Politécnico Gran  
Colombiano, Medellín, Colombia. 2023).  
La percepción de parcialidad en los medios  
nacionales también fue recurrente. Varios  
participantes señalaron que los intereses  
políticos y comerciales, que influyen en la  
Saturación de contenidos repetitivos y  
sensacionalistas  
agenda  
de  
los  
medios  
tradicionales  
nacionales, generan una falta de confianza en  
la veracidad de la información.  
Un tema recurrente entre los participantes fue  
la percepción de saturación de los contenidos  
En Colombia el medio en el que más confió  
es El Espectador, pero también leo la  
competencia que es El Tiempo y otros  
medios. Cuando tú preguntas por qué sigo  
esos medios es porque conversando con otras  
personas que saben de política, como mis  
profesores aquí en la carrera, me han dicho:  
“oye, esos medios no son tan confiables”. Y  
yo les creo. Empiezo a seguir medios más  
independientes. Por ejemplo, a mi mamá le  
gusta El Espectador, y por eso sigo El  
Espectador, pero también me gustan los  
medios internacionales. Actualmente por las  
mañanas veo Business News, también me  
gusta ver los documentales de DW en  
español. (Participante 3, grupo focal, en  
primer año de Comunicación Social en la  
Pontificia Universidad Javeriana, Colombia.  
2023)  
en  
los  
medios  
tradicionales.  
Varios  
testimonios indicaron que, aunque antes  
consumían medios tradicionales como la  
televisión y la radio, la repetición constante  
de las mismas noticias y la inclinación por el  
sensacionalismo han sido factores que los  
alejaron de estas fuentes.  
Uno de los participantes (5), estudiante de  
Comunicación Social de la Pontificia  
Universidad Javeriana de Colombia, declaró:  
“Siento que la manera en la que nos estamos  
informando  
y
la  
sobresaturación  
de  
información nos está llevando a informarnos  
de una manera muy superficial acerca de las  
cosas” (2023).  
Este testimonio ilustra cómo la constante  
repetición y sobreestimulación puede llevar  
a una creciente desconfianza entre ciertos  
sectores de la audiencia. Con relación a la  
saturación y el sensacionalismo, varios  
estudiantes repudian especialmente el  
contenido televisivo. Un informante de  
Argentina explica esta postura:  
Esta percepción refuerza la desconfianza y  
lleva a los participantes a buscar alternativas  
de información, en muchos casos en  
plataformas digitales, donde sienten mayor  
control sobre las fuentes.  
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Intento cambiar de canales o dejar de  
consumir muchos en la televisión porque  
pareciera que ya ni siquiera intentan dar  
información, sino que debaten y ven quién  
tiene la verdad entre todos los panelistas que  
puede haber en un programa. Quién tiene la  
verdad o quién grita más para decir su parte  
antes que informar a la gente. (Participante 3,  
grupo focal, Universidad Nacional del  
Comahue de Argentina. 2023)  
la radio. Todas las mañanas está la radio  
prendida escuchando las noticias de las 6 de  
la mañana. Hay muchas noticias que paso por  
alto porque estoy ocupada alistándome, sin  
embargo, hay algunas que me llaman la  
atención. Si me vuelve a aparecer la misma  
noticia en las redes sociales, ahí investigo.  
(Participante 5, grupo focal, Pontificia  
Universidad Javeriana, Colombia. 2023)  
Otra estudiante de la Universidad de la  
Sabana en Colombia indicó “siento que de  
alguna forma los consumo, pero ya no de una  
forma tradicional. Mis papás sí consumen  
televisión, entonces es lo mismo. Entonces  
creo que es como un consumo indirecto”.  
Otra estudiante afirmó “cuando veo  
televisión es porque mi familia la tiene  
encendida, mi papá, mi mamá. Ellos prenden  
la televisión y hay noticias” Las rutinas  
familiares marcan el consumo indirecto para  
los jóvenes: “Todos crecimos viendo noticias,  
porque un panorama normal de un almuerzo  
colombiano es almorzar con el papá, la  
abuela, la tía y que donde sea haya Caracol”.  
(Participante 4, grupo focal, la Universidad  
de la Sabana, Colombia. 2023)  
En la misma línea, otros participantes  
cuestionan el aspecto moral de la televisión.  
Un estudiante de la Universidad Nacional de  
Rosario de Argentina afirma que está  
desencantado de la televisión y afirma con  
contundencia, en relación a los programas de  
espectáculos y chimentos “no los puedo  
tolerar por toda una cuestión moral. No  
entiendo cómo hablan de la vida de los demás  
como si fuesen un ejemplo”. Otro  
participante, de la Universidad de Lomas de  
Zamora de Argentina confirma esa postura  
“la televisión es una joda y enseña poco”.  
(Participante 6, grupo focal, Universidad  
Nacional de Rosario de Argentina. 2023)  
Continuidad del consumo de medios  
tradicionales por rutina y familiaridad  
Una informante de la Universidad Austral de  
Argentina afirma: “siento que es mucha la  
información que recibo de manera pasiva. En  
mi casa se escucha el noticiero a la mañana,  
en el desayuno”. Otra participante de la  
misma universidad comparte: “a mí me  
quedó el hábito de prender la tele a la  
mañana, apenas me despierto, desde el  
recuerdo de mi papá viendo el precio de la  
soja y la canción del 13”. (Participante5,  
grupo focal, Universidad Austral de  
Argentina. 2023)  
A pesar de las críticas hacia los medios  
nacionales, varios participantes indicaron que  
continúan consumiendo medios tradicionales,  
principalmente de manera indirecta, por  
rutina y familiaridad. La televisión y la radio,  
especialmente,  
siguen  
siendo  
medios  
importantes para muchas personas ya que  
ofrecen una estructura predecible para  
acceder a la información y porque personas  
cercanas los consumen.  
Una participante de Comunicación Social de  
la Pontificia Universidad Javeriana de  
Colombia, señaló:  
Un estudiante de la Universidad Católica de  
Santa Fe de Argentina dice “comparto el  
almuerzo con mi familia y vemos la tele. Pero  
si fuera por cuenta propia, no”. Otro  
En mi familia, mi papá es mucho de escuchar  
20  
ciencias Sociales  
CON  
Año 17, nº 33, diciembre 2025  
participante del focus de la Universidad  
Nacional de Jujuy de Argentina comparte ese  
hábito: “cuando estoy en mi casa veo las  
noticias con mi papá, en el almuerzo. Vemos  
Canal 7, Canal 2”. Por último, una  
informante de la Universidad Nacional de La  
Pampa de Argentina cuenta “solamente miro  
la televisión cuando voy a comer a lo de mi  
papá, que tiene el televisor prendido todo el  
día y pone las noticias al mediodía”.  
(Participante 5, grupo focal Universidad  
Católica de Santa Fe de Argentina. 2023)  
medios tradicionales. Un estudiante de la  
Universidad de La Serena de Chile cuenta  
“me informo harto por las redes sociales  
porque siempre estoy haciendo como un  
scrolling en Instagram”. Y aclara “inicio con  
las redes sociales y luego trato de alimentarlo  
con la televisión como una forma de  
confirmar la fuente”. (Participante 6, grupo  
focal Universidad La Serena de Chile. 2023)  
Otros desarrollan como estrategia la  
selección de diferentes medios o plataformas  
según el tipo de información que necesitan  
consultar. Así lo explica una estudiante de la  
Universidad Austral de Argentina: “a las  
elecciones las seguí por televisión (...) Si es  
política prefiero ir directo al periódico tipo  
La Nación y si es cualquier otra cosa, redes  
sociales”. (Participante 1, grupo focal,  
Universidad Austral de Argentina. 2023)  
Los testimonios sugieren que, aunque  
algunos consumidores son críticos con el  
contenido de los medios tradicionales, la  
familiaridad  
y
el  
hábito  
continúan  
desempeñando un papel importante en su  
consumo.  
Prácticas de consumo crítico  
Las anteriores citas evidencian un consumo  
multiplataforma casi transmedia, que no se  
detiene en un solo sistema informativo, sino  
que busca diversas plataformas para  
satisfacer el acceso a la información.  
Para evitar la saturación, el sensacionalismo  
y encontrar información que les genere  
mayor confianza, los estudiantes de  
comunicación y periodismo toman ciertas  
decisiones al consumir medios y desarrollan  
estrategias. Una informante de la Universidad  
de Lima de Perú, por ejemplo, explica “a  
nivel personal suelo apreciar más la labor de  
un periodista investigador, independiente,  
que de un grupo como El Comercio”.  
Agrega:  
Este tipo de consumo multiplataforma tiende  
a desdibujar las fronteras tradicionales entre  
los diferentes medios, hibrida los contenidos  
y diluye el vínculo entre medio y contenido,  
por lo que genera nuevos pactos de lectura  
entre el usuario y el sistema a través del  
espacio de coevolución que representa la  
interfaz. (Albarello, 2020, p. 26)  
no sé si es porque como comunicadora  
me han metido esta idea de que todos los  
grupos tienen un interés detrás, entonces  
lo tengo grabado y desconfío. Al mismo  
tiempo, como he creado contenidos,  
aprecio la labor que hacen esas personas  
por su cuenta. (Participante 1, grupo  
focal Universidad de Lima. Perú. 2023)  
Esta práctica se complementa con los  
intereses y beneficios que buscan alcanzar los  
jóvenes, afirma Albarello. ”Los jóvenes  
buscan sacar provecho con la intención de  
extraer lo mejor que para ellos puede ofrecer  
cada medio” (2020, p. p26).  
Además, los estudiantes manifiestan que  
reflexionan sobre el origen, impacto y  
credibilidad de las noticias. Además,  
Algunos estudiantes cuentan que para  
verificar la información que consumen  
contrastan lo que ven en redes sociales y en  
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resuelven dudas y desconfianzas propias de  
un contexto confuso.  
Además, los universitarios comparan las  
lógicas y el tratamiento de la información  
para sacar sus propias conclusiones. Llegan  
a afirmar que son más críticos que las  
generaciones anteriores.  
No me voy a quedar con lo que diga, no sé,  
un programa de espectáculos o lo que diga el  
noticiero. Creo que el noticiero siempre va a  
ser más formal o me voy a quedar más con  
eso que lo que dijeron en un programa de  
espectáculos. En eso también hago la  
Creo que somos una generación que  
cuestiona. Eso no lo veo en la generación de  
mis padres. Creo que lo lindo de nuestra  
generación es que nos empezamos a  
cuestionar el por qué consumimos lo que  
consumimos o por qué pensamos lo que  
pensamos. (Participante 4, grupo focal,  
Universidad del Salvador, Argentina. 2023).  
distinción.  
(Participante 7, grupo focal,  
Universidad Austral de Argentina. 2023)  
Según este mismo estudiante, es importante  
distinguir no solamente la diferencia entre los  
medios tradicionales y las redes sociales, sino  
también las lógicas de los formatos de la  
programación.  
Otro  
estudiante  
(7)  
del  
Politécnico  
Grancolombiano mencionó su percepción  
crítica de ciertos medios: “El periódico  
Q’hubo me parece muy explícito y tiene un  
lenguaje muy agresivo para los titulares. Se  
ve muy amarillista todo” (2023). Esta  
observación demuestra la capacidad de los  
estudiantes para identificar y cuestionar el  
estilo y la ética de las fuentes que consumen.  
Reconocer el amarillismo y la manipulación  
en los medios es un paso hacia un consumo  
más consciente de la información.  
Otro participante (2) de la Universidad  
Monteávila de Venezuela explicó: “Estoy  
durante varios períodos en el día revisando  
noticias, en parte porque mi trabajo me lo  
pide y también porque me gusta” (2023). Este  
testimonio resalta la importancia de estar  
constantemente informado, no sólo como  
parte de su formación profesional, sino  
también por interés personal. La necesidad de  
profundizar en las noticias y entender el  
contexto de los eventos es fundamental para  
evitar caer en la superficialidad de las  
noticias virales.  
La pandemia también tuvo un impacto  
significativo en los enfoques críticos. Un  
participante del Politécnico Grancolombiano  
reflexionó: “Durante la pandemia me volví  
mucho más crítico, incluso a veces hasta  
pesimista” (5. 2023). La desinformación  
proliferante durante este tiempo hizo que  
muchos se cuestionen más profundamente la  
veracidad de lo que consumían. “¿Hasta qué  
punto puedo creerle?” se convirtió en una  
pregunta central, lo que evidencia un cambio  
hacia una mentalidad más analítica y  
escéptica frente a la información que reciben,  
especialmente cuando se trata de temas  
sensibles como la salud pública. En este  
sentido, una informante de la Universidad del  
Salvador de Argentina compartió  
Los estudiantes desarrollan criterios de  
selección y verificación relacionados con la  
revisión de los antecedentes de los medios.  
Un estudiante de la Universidad Politécnica  
Salesiana de Ecuador explicó que tiene en  
cuenta la trayectoria del medio y su contraste  
con otros. “Cuando fue el paro aquí en  
Ecuador, los medios tradicionales grandes  
solo hicieron una entrevista, “¿usted qué  
opina?” y se van. Mientras que los del medio  
digital están ahí dos horas”. (Participante 2,  
grupo  
focal,  
Universidad  
Politécnica  
Salesiana de Ecuador. 2023)  
22  
ciencias Sociales  
CON  
Año 17, nº 33, diciembre 2025  
Me pasó que después de la pandemia se  
rompió un poco la fantasía con los grandes  
medios. A mí me impresionó mucho la falta  
de voz de muchos periodistas que me  
parecían muy influyentes a la hora de criticar  
las decisiones del gobierno. (Estudiante 3.  
2023)  
puede ser la red social donde obtener una  
información más instantánea, pero también  
puede ser la que tenga más fake news.” Este  
testimonio subraya la dualidad de las redes  
sociales: son fuentes rápidas de información,  
pero propensas a la desinformación. La  
misma persona menciona que, además de  
Twitter, recurre a YouTube y medios como  
“Semana”, lo que indica una práctica  
consciente de diversificar las fuentes de  
información para contrarrestar la inexactitud.  
Otra estudiante de la misma universidad  
comentó algo similar:  
En la facu vimos cosas de los medios que  
antes no sabíamos. Ahora le creo menos a la  
TV. Desde la pandemia empecé a dudar y  
ahora veo con ojo más crítico lo que me  
dicen, no creo tanto lo que me dice la TV y  
creo que hay que buscar más info en otros  
lados. (Estudiante 1. 2023)  
Otra estudiante de la Pontificia Universidad  
Javeriana, reflexionó sobre la necesidad de  
discernir la calidad de las fuentes: “Saber  
distinguir muy bien qué es información y qué  
emisores no son informantes como tal. Si una  
persona dice “se están tirando de los  
edificios”, no necesariamente todos se están  
tirando de los edificios” Colombia (5. 2023).  
Este comentario señala la relevancia de  
evaluar la credibilidad de quienes emiten  
información, así como de no dejarse llevar  
por la popularidad de una figura pública al  
considerar su mensaje. El análisis crítico de  
las fuentes es crucial en un entorno donde la  
Otro aspecto que señalaron los estudiantes es  
la importancia de lograr la autocrítica al  
consumir noticias. Esta es también una  
manera  
de  
compartir  
las  
“burbujas  
informativas” (Pariser, 2017). “Lo primero  
que uno tiene que hacer es: si una noticia me  
está favoreciendo, es la primera noticia en la  
que tengo que sospechar,” (2023) señaló una  
estudiante (6) de la Pontificia Universidad  
Javeriana de Colombia. Esta reflexión  
demuestra un enfoque metacognitivo hacia la  
información, donde la alineación con las  
propias creencias se convierte en un  
indicador de posible sesgo.  
desinformación  
rápidamente.  
puede  
propagarse  
Asimismo, un tercer participante de cuarto  
año de Comunicación Social de la Javeriana  
de Colombia enfatizó la importancia del  
proceso de filtrado de la información: “hay  
que ser muy críticos con lo que nos llega.” (3.  
2023). Este enfoque muestra una conciencia  
sobre la responsabilidad personal en la  
verificación de datos. Reconocer que la  
información, incluso de fuentes que parecen  
confiables, puede ser errónea es un paso vital  
en la formación de un comunicador  
responsable.  
Prácticas de verificación de la veracidad  
Conforme se ha evidenciado, los estudiantes  
de  
comunicación  
y
periodismo  
son  
conscientes y críticos de la forma en la que  
la información circula a través de las  
diferentes plataformas. Por eso, varios  
manifiestan la necesidad de desarrollar  
prácticas de verificación.  
Los testimonios de los focus groups  
demuestran que los estudiantes se valen de  
diferentes procedimientos para la verificación  
Un participante de la Pontificia Universidad  
Javeriana de Colombia comentó: “Twitter  
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ISSN 2074-0700 / e-ISSN 2788-8452  
de información, como: la diversificación de  
fuentes, el análisis crítico de la credibilidad  
de los emisores y un proceso de filtrado  
personal.  
El consumo incidental, esto es: escuchar la  
radio o ver televisión mientras se realizan  
otras actividades, se mantiene como una  
práctica heredada que da cuenta de lo  
que Salaverría, Bachmann y Magallón-Rosa  
(2024) describen como una relación  
“periférica” con los medios. En este tipo de  
exposición, la información circula de manera  
pasiva y su asimilación no se traduce  
necesariamente en confianza. Los jóvenes  
entrevistados no rechazan de forma tajante  
los medios tradicionales, pero los ubican en  
un segundo plano frente a las fuentes  
digitales que les ofrecen control, inmediatez  
y la posibilidad de interactuar con otros  
usuarios.  
DISCUSIÓN  
Los resultados de esta investigación  
confirman que las prácticas informativas de  
los jóvenes se transforman por la irrupción de  
las plataformas digitales y la pérdida de  
relevancia de los medios tradicionales. Este  
hallazgo dialoga con el estudio de Pérez-  
Escoda, Barón-Dulce y Rubio-Romero  
(2021), quienes evidencian que la generación  
Z ha trasladado sus rutinas de información  
hacia las redes sociales, priorizando la  
inmediatez y la personalización sobre la  
profundidad y la fiabilidad. En los grupos  
focales analizados, los estudiantes de  
Aun así, la confianza no desaparece: se  
resignifica. Los participantes manifestaron  
mayor afinidad hacia los medios regionales o  
locales, a los que atribuyen mayor cercanía y  
autenticidad. Este hallazgo coincide con las  
comunicación  
reproducen  
ese  
patrón:  
manifiestan desinterés por los noticieros  
televisivos o la prensa escrita y valoran la  
flexibilidad de las plataformas digitales para  
seleccionar contenidos según sus propios  
intereses y tiempos de consumo.  
conclusiones  
de  
Chaparro-Domínguez,  
Mauri-Ríos y Rodríguez-Martínez (2024),  
quienes sostienen que la reconstrucción de la  
credibilidad periodística pasa por estrategias  
de transparencia y verificación colaborativa  
que aproximen las prácticas informativas a  
las comunidades. La preferencia por lo local  
también refleja la búsqueda de un periodismo  
más contextual y menos sensacionalista, en  
contraste con la narrativa dominante de los  
noticieros nacionales, centrada en la  
violencia y el conflicto.  
La  
pandemia  
de  
2019  
reactivó  
temporalmente la atención hacia los medios  
tradicionales, pero de manera incidental,  
como acompañamiento más que como fuente  
deliberada  
de  
información.  
Este  
comportamiento es coherente con lo  
que Londoño-Pardo y García-Perdomo  
(2024) describen como consumo motivado  
por circunstancias coyunturales en contextos  
de crisis: la confianza se reanima ante  
situaciones de incertidumbre, aunque sin  
consolidarse una relación estable con los  
medios. En los testimonios de los  
participantes, la televisión reaparece durante  
el confinamiento, pero asociada al ocio o la  
compañía doméstica, no a la búsqueda activa  
de credibilidad periodística.  
Los discursos sobre la desconfianza hacia la  
televisión y la prensa se relacionan con la  
saturación de noticias falsas y la banalización  
de los contenidos, fenómenos ampliamente  
documentados por Pérez-Escoda y Pedrero  
Esteban (2021). Estos autores advierten que  
la generación Z percibe el periodismo como  
una actividad afectada por la prisa digital y  
la pérdida de rigor, lo que coincide con los  
testimonios recogidos en este estudio: los  
24  
ciencias Sociales  
CON  
Año 17, nº 33, diciembre 2025  
jóvenes valoran la veracidad y la ética, pero  
sienten que los medios tradicionales priorizan  
el sensacionalismo sobre la profundidad.  
Frente a ello, conforme a los resultados de  
este estudio, los participantes expresan que  
suelen hacer prácticas de validación  
contrastando diferentes fuentes informativas  
entre medios convencionales y digitales.  
disminución en la relevancia de los medios  
tradicionales y un aumento en el consumo  
incidental de televisión y radio. Muchos  
estudiantes, aunque han dejado de buscar  
activamente  
contenido  
en  
medios  
convencionales, se exponen a ellos en su vida  
cotidiana, especialmente en momentos de  
rutina o por influencia familiar.  
Por otra parte, los resultados también  
La pandemia introdujo un fenómeno  
particular, ya que muchos estudiantes  
recurrieron temporalmente a la televisión  
como fuente de información y compañía  
durante el confinamiento. Sin embargo, este  
consumo no estuvo necesariamente basado  
en la confianza en estos medios y sus  
informativos.  
permiten  
observar  
la  
tendencia  
a
la exposición selectiva descrita por Londoño-  
Pardo y García-Perdomo (2024). Los jóvenes  
eligen y comparten información que refuerza  
sus creencias previas o que proviene de  
referentes personales (influenciadores o  
medios alternativos) con los que se  
identifican. En este sentido, la confianza deja  
de estar depositada exclusivamente en las  
instituciones mediáticas y se desplaza hacia  
comunidades o figuras percibidas como  
auténticas y cercanas.  
Un aspecto fundamental en esta dinámica es  
la confianza y desconfianza que los jóvenes  
experimentan hacia los medios. Si bien existe  
escepticismo hacia los medios tradicionales,  
debido a la parcialidad, al sensacionalismo y  
la cobertura negativa, se ha observado una  
mayor confianza en los medios regionales y  
locales, valorados por su capacidad de  
ofrecer información más relevante y cercana  
a la audiencia.  
Los hallazgos de esta investigación refuerzan  
la idea planteada por Salaverría et al.  
(2024) sobre la crisis de credibilidad que no  
se limita a la verificación de contenidos, sino  
que afecta al contrato simbólico entre  
periodismo y ciudadanía. Los jóvenes ya no  
conciben la información como un producto  
institucional, sino como una experiencia  
compartida en redes y plataformas híbridas.  
En consecuencia, la confianza se convierte en  
un proceso dinámico que se construye a partir  
de la transparencia, la proximidad y la  
autenticidad percibida, más que de la  
autoridad o la tradición mediática.  
Además, el consumo de radio durante los  
desplazamientos  
se  
destaca  
por  
la  
accesibilidad en el consumo de medios. Esta  
práctica se ha integrado en la rutina diaria de  
los jóvenes, que la utilizan como un recurso  
conveniente y familiar, junto con otros  
medios y sistemas digitales.  
Por último, es importante considerar que los  
estudiantes de comunicación, periodismo y  
afines perciben que los medios tradicionales  
han migrado a plataformas digitales, llegando  
a considerar que son los nuevos medios de  
información de interés público, es decir que  
son extensiones que replican los contenidos  
o los procesan para el lenguaje digital. Cabe  
recordar que los jóvenes tienen otras  
CONCLUSIONES  
La investigación sobre el consumo de medios  
de jóvenes universitarios que estudian  
comunicación, periodismo y otras carreras  
afines revela un cambio significativo en los  
hábitos informativos caracterizado por una  
25  
ISSN 2074-0700 / e-ISSN 2788-8452  
prioridades informativas más personalizadas  
que responden a sus intereses cotidianos de  
interacción y entretenimiento. Este fenómeno  
sugiere que, para mantener su relevancia, los  
medios deben adaptarse a las expectativas de  
las nuevas generaciones, centrándose en la  
calidad del contenido y en la construcción de  
confianza con su audiencia.  
incluyendo la logística para los grupos  
focales y el análisis de datos. Este esquema  
descentralizado asegura que el trabajo refleja  
un esfuerzo colectivo e independiente de  
cada  
entidad  
académica  
participante,  
contribuyendo a la pluralidad y diversidad de  
los resultados obtenidos.  
REFERENCIAS  
LIMITACIONES,  
CONFIABILIDAD,  
INTERESES Y  
Albarello, F. (2020). Informarse en el  
CONFLICTO  
DE  
smartphone:  
transmedia  
estrategias  
por parte  
de  
de  
lectura  
jóvenes  
FINANCIAMIENTO.  
Si bien los grupos focales permitieron una  
exploración profunda de las percepciones de  
los estudiantes, estos resultados están  
limitados a los contextos específicos de las  
universidades participantes, lo que limita los  
resultados a este alcance. Se aplicaron  
protocolos rigurosos para garantizar la  
homogeneidad en la recolección de datos,  
pero puede ser que la relación de los  
moderadores locales con los participantes  
introduzca algún sesgo en la respuesta de  
universitarios del Aglomerado Gran  
Buenos Aires. Palabra Clave, 23(3),  
Albarello, F. (2024). Investigar en Red: una  
experiencia de inteligencia colectiva en  
Latinoamérica.  
Latinoamericana de Comunicación. N.º  
Chasqui,  
Revista  
Ávalos Torres, M. B., et al. (2020). Medios  
algún  
participante.  
Sin  
embargo,  
la  
tradicionales  
impacto de la sociedad digital en los  
hábitos de consumo de jóvenes  
universitarios. GIGAPP Estudios Working  
Papers, (166-182), 716-729.  
vs.  
medios  
digitales:  
confiabilidad del estudio se refuerza a través  
del uso del software Atlas.ti para la  
categorización sistemática de los datos y el  
seguimiento de un libro de códigos común a  
todas las instituciones, garantizando un  
análisis robusto y consistente.  
7
gigapp.org/ewp/index.php/GIGAPP-  
EWP/article/view/218  
Los autores declaran que no existen  
conflictos de interés que hayan influido en el  
diseño, ejecución, análisis o publicación de  
esta investigación. Todas las decisiones y  
Catalina García, B., et al. (2015). Jóvenes y  
consumo de noticias a través de Internet y  
los  
medios  
sociales.  
Historia  
y
Comunicación Social. Vol 20, número 2,  
index.php/hics/article/view/51402  
conclusiones  
hallazgos  
reflejan  
únicamente  
los  
derivados  
del proceso  
investigativo, sin la intervención de intereses  
externos o particulares.  
El financiamiento de esta investigación fue  
gestionado por las universidades miembros  
de la red “Investigar en Red”, donde cada  
institución  
asumió  
los  
costos  
Chaparro-Domínguez, M. Á., et al. (2024).  
correspondientes a sus procesos internos,  
Plataformas de fact-checking y confianza  
26  
ciencias Sociales  
CON  
Año 17, nº 33, diciembre 2025  
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